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El documento, elaborado por la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, identifica al menos cuatro sectores dentro del sistema financiero altamente riesgosos en lavado.

Los siete bancos con mayor participación de mercado en el país, también conocidos como G-7 bancario, así como casas de Bolsa, de cambio y entidades de la banca múltiple comercial, son los sectores clasificados de más alto riesgo o más expuestos al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, de acuerdo con un documento elaborado por varias dependencias y coordinado la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).

El documento denominado Primera Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo en México 2016 indica que el G-7 bancario 
(BBVA-Bancomer, Citibanamex, HSBC, Santander, Scotiabank, Banorte e Inbursa), al contar con todas las características de productos y servicios financieros, está expuesto a realizar operaciones con clientes o usuarios que realizan actividades de alto riesgo de lavado de dinero.

Asimismo, explica que este grupo tiene un alto porcentaje de reportes de operaciones relevantes (aquellas que se realizan en efectivo iguales o superiores al equivalente de 10,000 dólares), derivados de sus relaciones con personas que podrían representar riesgo de lavado, extranjeras, físicas jóvenes (de entre 18 y 30 años de edad) y morales de reciente creación (de dos a cinco años de antigüedad).

El informe, en cuya elaboración colaboraron autoridades de la Procuraduría General de la República, las secretarías de Hacienda y Gobernación, el Banco de México y el Poder Judicial, muestra que un alto porcentaje de los reportes que elaboran estas siete entidades bancarias respecto a las operaciones relevantes, inusuales y de transacciones de dólares en efectivo corresponde a servicios que realizan en zonas del país (incluida la frontera norte) consideradas como de alto riesgo para el blanqueo de capitales.

Además, el G-7 bancario presenta, “en los reportes de transferencias internacionales de fondos, un alto porcentaje de operatividad con países de alto riesgo de lavado de dinero y las operaciones desde o hacia países de alto riesgo de financiamiento al terrorismo”.

Respecto al cumplimiento de las obligaciones que tienen estas siete entidades en materia de prevención de lavado de dinero, el documento califica como de baja calidad la información que estos bancos presentan en sus reportes de operaciones inusuales, aquellas que no concuerdan con los antecedentes o actividades conocidas de sus clientes.

Además, este grupo “presenta un alto porcentaje de reportes con clasificación de 24 horas con escenarios incorrectos y tiene un alto porcentaje de reportes que no cumplen con las restricciones de recepción de recursos de dólares en efectivo”.

Sobre las casas de Bolsa, de cambio y la banca múltiple comercial, el documento señala diversos factores que los hace ser sectores clasificados de alto riesgo para el lavado de dinero, tales como la compra y venta de divisas, su relación con personas extranjeras y la presencia de operaciones desde o hacia países que están más expuestos a este ilícito.

De acuerdo con la UIF, este documento es “la punta de lanza” del proceso de evaluación al que México está sometido por parte del Grupo de Acción Financiera, dinámica que concluirá en octubre del 2017, con la presentación del informe correspondiente en la reunión plenaria del organismo.

Según el texto, firmado por Alberto Bazbaz Sacal, titular de la UIF, los resultados presentados en este documento tienen la finalidad de identificar, evaluar y entender los riesgos a los que está expuesto México respecto al lavado de dinero, financiamiento al terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva.

“En esa medida, (es necesario) implementar acciones y orientar los recursos nacionales necesarios para la adecuada prevención y mitigación de manera proporcional a los riesgos identificados; esto es, a riesgos mayores, medidas intensificadas; en tanto que en los menores se puede optar por permitir acciones simplificadas”, se puede leer en el documento.

Actividades vulnerables

Respecto a los resultados en torno a las actividades vulnerables, el reporte señala que las más propensas al lavado de dinero son la compra y venta de vehículos, el préstamo o el crédito y la transmisión de derechos sobre inmuebles, ya sea por su alta transaccionalidad en efectivo o sus numerosas señales de alerta publicadas en documentos difundidos por organismos internacionales.

Este reporte se complementó con la segunda Evaluación Sectorial de Riesgos realizada en el 2015 y que se basó únicamente en el sistema financiero y en 15 actividades vulnerables. “Se diseñó una metodología en la cual se toman en cuenta una lista de factores y elementos de riesgo determinados tanto por las experiencia de las áreas de la UIF, como del análisis de documentos publicados por organismos internacionales”.

 

Fuente: El Economista/ Fernando Gutierrez

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